Obediencia a las leyes y a las costumbres del propio país, así como a la religión en que uno se ha educado. La virtud clave se define como la moderación y la búsqueda de un término medio ante la diversidad de opiniones.
Resolución y firmeza en la toma de decisiones. La duda es el peor enemigo para la vida cotidiana. Una vez que se ha decidido algo, se debe actuar como si fuera lo más seguro. En esta máxima, la virtud consiste en la firmeza para llevar a cabo la decisión tomada.
Dominio de sí mismo, especialmente de los propios deseos y pasiones, ya que, como no podemos cambiar el mundo a nuestro gusto, hemos de amoldar nuestros deseos a la realidad. El autodominio es la virtud según este precepto.
La elección de la mejor forma de vida, de la profesión a la que uno quiere dedicarse. Para Descartes, esta forma de vida es el cultivo de la razón y el conocimiento de la verdad, es decir, la vida teórica o contemplativa, dedicada a la investigación científica y filosófica.